martes, 29 de mayo de 2012

Sin título

En días como hoy
no tengo la certeza de dónde iremos a parar.
Me cuesta pensar en cinco o veinte años más,
cuando las luces de mis viejos se apaguen
y sólo nos quede su recuerdo en este lugar,
cuando no haya más que hermandad
en esta tierra
¿Seremos el fiel reflejo de nuestros papás
o seguiremos hundiéndonos en esta mierda
de orgullo y estupidez?
Se me llenan los ojos de lágrimas al darme cuenta
que algunos se quedaran solos,
tal como vinieron al mundo,
pero esta vez sin una madre que los reciba.
Me da pena pensar que el proyecto
de amor no fecunda en algunos,
y en otros, se nos sale por los poros.
Y por eso me senté una vez a conversar,
porque sé que los modelos de conductas se repiten,
porque sé que en unos cuántos años más,
quedaremos nosotros:
los esqueletos de todo ese amor como herencia.
Duele el alma,
las entrañas,
la intuición.
Duele cuando no se escoge a la familia,
duele cuando las personas son tan ciegas,
duele cuando los años no han servido de nada,
cuando las fotos no son más que rostros dibujados
y no una felicidad construida.

Una vez más me dejo caer en tus brazos,
consuélame.

lunes, 28 de mayo de 2012

¡Váyanse a la misma mierda! ¿o me voy yo?

Quiero darme un paseo por la mierda
un buen rato,
o quizás, mandar un rato a la mierda
a todos o a quienes se sientan representados
por esa frase.
Quiero mirar detenidamente el mar,
sintiendo la arena entre medio de mis dedos,
llorar desconsoladamente
por ese puto dolor en la boca del estómago,
y gritarle al cielo, para que Dios me escuche,
y cambie por mi fin mi vida,
me saqué estos miedos de mierda,
me dé certezas
y elimine los rostros que me hacen daño
y me deje respirar en paz.
Pedirle a Él por mi hermano que es un
saco de pelotas,
que no sabe cuáles son las prioridades en la vida,
que lo haga caer bajo para que sé dé cuenta
quienes valen la pena.
Quiero gritar, gritar y gritar
hasta quedarme sin voz y sin ganas.

sábado, 26 de mayo de 2012

Al fin

Al parecer,
luego de una semana bien llorada,
la luz se ve al final del camino,
los pañuelos secan las lágrimas de dolor,
las llamadas telefónicas tienen un sabor dulce,
se oye esperanza,
el equilibrio comienza a apoderar de la atmósfera
y yo me dejo maravillar porque Dios está actuando.
Mi madre por fin se sienta con tranquilidad,
los procesos están culminando luego de años,
hay tranquilidad a cientos de kilómetros
y la ayuda está por llegar.
Ver el rostro de esa señora con esa expresión
¡NO TIENE PRECIO!

¡Pregúntame!

Si usted me pregunta qué quiero, yo le respondo: EQUILIBRIO
Si usted me pregunta cuál es mi sueño, yo le respondo: equilibrio, trascendencia y por sobre todo, AMOR
Si usted me pregunta que me gusta hacer más (sin importar el costo, el dinero, los kilómetros, los obstáculos), yo le respondo sin pensarlo: viajar
Si usted me pregunta cuáles son un par de anhelos a corto plazo, yo le respondo: aprender italiano y francés, bailar tango y ¡VIVIR!
Si usted me pregunta porqué lo miro, yo le respondo: porque me encanta, al parecer.
Si usted me pregunta qué le regalaría a mi familia, yo le respondo: inmortalidad y freepass para viajar
Si usted me pregunta qué quiero, yo le respondo: jamás morir por una pena, no temerle al amor, derretirme en un abrazo masculino y amor
Si usted me pregunta si soy feliz, yo le respondo: sí
Si usted me pregunta qué me falta, yo le respondo: todo a su tiempo
Si usted me pregunta qué necesito ahora, yo le respondo: recuperarme del resfrío para salir a caminar bajo la lluvia
Si usted me pregunta qué estoy esperando, yo le respondo: no tengo apuro
Si usted me pregunta si creo, yo le respondo: definitivamente, sí
Si usted me pregunta si me han hecho daño, yo le respondo: me han podrido, pero soy consciente de que también lo he hecho, quizás menos
Si usted me pregunta qué le veo, yo le respondo: la sorpresa no tiene precio, eso es él.. sorpresa
Si usted me pregunta qué instrumento quiero tocar, yo le respondo: piano
Si usted me pregunta qué busco, yo le respondo: certezas y más certezas

Y si usted no me pregunta, pues bueno, yo no le respondo.

Jarabe de palo: Me piace 

jueves, 24 de mayo de 2012

A veces

A veces no sé.
Se me derrumban las esperanzas,
se quiebran los proyectos
y yo sigo aquí,
con los ojos como cristales,
intentando armar castillos de arena
que se derrumbarán.
A veces dejó de creer en mí,
y escucho lo que los demás piensan de mí,
me dejó caer en las manos de la nada,
y me lleno de lágrimas sin sentido,
de los bajones del autoestima,
que ni el piropo más deseado puede levantar.
A veces dejo que los días pasen por mí, 
que las horas se enreden con mis anhelos
y me paralicen completamente.
A veces lo miro y pienso cuánto me gusta,
otras, se derrumban todas esas putas ilusiones
que no sirven ni para sentirse mejor.
A veces me miro en el espejo
y no sé qué pensar de lo que ha pasado,
no sé cómo sobreviví a esa pena
que pensé (estúpidamente) que era crónica,
cómo cambié de rostros tan dañinos,
cómo luché por lo que quise
y no me dejé caer por el entorno vulnerable.
Sí, a veces no sé cómo definirme.

jueves, 17 de mayo de 2012

A pasos


Siempre que puedo: que el tiempo apremia,
y que la vida me parece extremadamente gris
o inmesamente paraíso, me voy a ese lugar
donde me reciben dos hombres robustos,
con un mate en la mano y una cejtilla de cigarros
son capaces de levantar muertos,
revivir mis esperanzas e integrarme de nuevo a la vida.
Ese lugar puede hablar de mis historias,
esas paredes saben mis angustias pasajeras,
he confesado mis tristezas más superficiales,
mis alegrías pasajeras que me dan un trozo de paraíso,
y la felicidad más inmensa de tenerlos en mi vida.
Ahora lo necesito, ya he dado el paso que tanto
esperé dar, sólo hay que esperar la fecha de vencimiento,
y darme un tiempo para mí
¡POR FIN!
¡Allá voy gordos amados!
Necesito reencontrarme, buscarme en el lugar que me perdí,
saborear el ocio y la nada que están pegados en mis sábanas,
retomar los diez años que perdí (sé que gané mucho, pero
últimamente estoy perdiendo más que ganando),
disfrutar a destajo de quienes ya perdí el rostro,
ir donde se me parezca, tomarme el tiempo que deseo,
abrazar más de la cuenta, lanzarme a proyectos desconocidos,
aprovechar a mi sobrina desde cerca
y que no olvide mi rostro por la distancia
y las putas responsabilidades,
conocer lo desconocido de los fines de semana,
tener la posibilidad de decisión entre lanzarme a la aventura
o quedarme anclada en los deseos.
Por fin volveré a tener poder sobre mí,
el derecho me será devuelto.
¡Ya cuento los días!

domingo, 13 de mayo de 2012

El siguiente paso es sanar

Confieso que hace tiempo no tenía una semana
como la que recién pasó.
Las responsabilidades empezaron a llegarme al cuello,
sin siquiera tener tiempo de poder detener su paso,
volví a vivir las madrugadas enrredada entre focopias
y trabajos en grupo vía internet,
el café volvió a tener su lugar en mi velador
y mi teléfono dejó de sonar para buenas noticias
y carcajadas,
malas noticias, discusiones innecesarias,
desconfianza y rencor.
El desgaste del corazón y de las energías
fueron los personajes principales ayer,
temblé, me congelé y me marié,
sólo producto de la mala onda, 
para al fin llegar a casa y por fin explotar.
Una vez más, a través del teléfono estaban esos dos hombres
que pueden arreglar mi día como nadie más,
escuchar sus voces es lo que necesito cuando mis lágrimas salen de dolor,
que me solucionen la vida y me hagan sentir amada
NO TIENE PRECIO
Y para que por fin mi mamá venga a mi auxilio,
me escuche y llore conmigo todas mis penas y mis cansancios
y me diga mirándome a los ojos:
"por favor, hija, piensa en ti.. sé que no estás bien"
¿Cómo cresta no voy a amarlos?
¿Cómo no agradecer el colchón de amor que me sostiene siempre?
¿Cómo no darle gracias a Dios por su existencia en mi vida?

Me han ayudado a tomar una decisión que he postergado
sólo por compromiso y responsabilidad, 
me han recordado cuánto valgo
y cuánto me he perdido entre malos tratos y desgaste,
le han vuelto a dar sentido a mi trabajo
y a mi amor por Cristo,
me han regalado un respiro
y me han gritado en la cara:
¡AQUÍ ESTOY!
Estoy dispuesta a dar el siguiente paso
para que de una vez por todas
mi corazón sane.

lunes, 7 de mayo de 2012

¡Al fin pasó! o está pasando..

Creí que nunca más volvería a pasarme
Que jamás volvería a sentir esa sensación "inexplicable" en el estómago
Que mi cabeza estaría inventando castillos de arena a partir de un nombre
Hacer y deshacer panoramas al gusto del consumidor,
compartir y coincidir en más de una opinión o forma de vida,
trazar ideas al aire que posteriormente se las llevará el viento.
Quizás sólo sea eso: la ilusión de un otro,
la sorpresa de encontrarme con esos ojos chiquitos
y la gratuidad misma en ellos.
Pero bueno, ¿qué más da?
Debo seguir viviendo para saber si esto sigue valiendo la pena
o me perdí en otros lugares, 
en otras luchas perdidas.
Por mientras disfruto de este regalo,
me maravillo de la sencillez
y me río a carcajadas por la simpleza de compartir

Si el regalo es aún más grande que una sonrisa y una amistad:
aquí estoy, con los brazos abiertos para recibirlo

martes, 1 de mayo de 2012

¡Dicen mal!

Yo sí creo
Yo no dudo de algunos,
más bien me arrepiento de unos cuántos que sólo se llenan la boca
con criticar desde fuera, desde la comodidad,
desde la ignorancia,
desde lo que ven y creen.
Conozco sus intereses,
sus dolores y miedos,
pero por sobre todo conozco su fe.
Es de aquello de lo que no dudan,
es lo único que jamás se podrá cuestionar.
Defiendo lo que amo,
porque en lo que todos cuestionan
están quienes me acompañan,
quienes me llaman cuando menos espero
para saber de mí,
porque sé que hay bondad tras tanta mierda,
porque sé que hay convicción, trabajo, desvelos,
amor.
Todo eso puede más que una boca llena de rabia,
hablando a través del dolor,
del reproche, de la herida abierta, 
y por sobre todo, de la ignorancia.
Escribo decepcionada y arrepentida,
porque una y otra vez escucho el mismo discurso
de personas conocidas y reconocidas,
de ojos que quiero y me sorprenden negativamente.
Seguiré defendiendo lo que amo, 
pero también lo que cuestiono con quienes corresponde,
sin hablar desde el dolor,
desde la rabia,
desde una herida inexistente.

DICEN QUE DICEN
DICEN QUE DICEN
DICEN QUE DICEN MAL

Dicen que dicen / Pedro Aznar 

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