lunes, 23 de abril de 2012

Una despedida más

No le tengo miedo a las despedidas,
siempre sé que me convertiré en un mar de lágrimas
mientras me abracen o vea a mi madre 
quebrarse en brazos de mis hermanos
Hace tiempo que no lloraba tanto,
la semana se me fue entre los dedos,
las caminatas, las risas y las conversaciones,
el olor a sus perfumes
y sentir cómo se mueve esa guagua
con nombre y tan amada
Mientras mi mamá se encierra en el baño a fumar
yo me quedo escribiendo, fumando y llorando 
a la vez
¡hace tanto que no lloraba!
Una despedida como la mayoría:
en la puerta de la casa, 
al anochecer,
con mucho frío,
con lágrimas y la voz cortada,
con ganas de detener el reloj y las responsabilidades,
con ganas de acortar las distancias por unos meses
y quedarme en ese abrazo con guata
Aquí estoy,
en la pieza que fue suya por una semana
y será de ustedes tres para siempre,
sin las maletas ni los bolsos,
sin el dinosaurio con música,
ahora con un cigarro prendido
y llena de lágrimas.
¡Los amo!
JULIO: ¡VEN PRONTO, NO DEMORES!


domingo, 22 de abril de 2012

¡Los amo!

Si a mí me preguntan
Yo hubiese parado el mundo estos días
Hubiese congelado la universidad
y hasta el reloj
Hubiese parado las responsabilidades mías
las de mis hermanos, las de mis papás,
la de los que llamo familia
con toda propiedad
Me dí la licencia de no darle explicaciones
a nadie ajeno a mi felicidad
Falté los días que quise
sólo por no perderme minutos de oro
con esa panza que crece sin temor
y llena de amor
Cuando los escucho hablar
es inevitable que mis ojos me delaten
se llenen de lagrimitas
no puedo esconderlo
no puedo ocultarlo
y seguir haciéndome la loca
Con ellos no puedo mentir(me)
Me aman como soy
igual a Lisa Simpsons
gruñona, idiota, con humor negro,
preocupada y ordinaria,
buena pal' pucho y pal' mate
Cuánto necesitaba oír sus voces a coro
molestándome o acordándose de una burla pendeja,
escuchar sus risas,
llorar juntos porque somos lo más importante
y escuchar a nuestra madre hablar de amor
Anhelamos la infancia
pero somos inmensamente felices de vernos grandes,
pesados, realizados o en vías de,
con ganas de vernos SIEMPRE,
porque puta que cuesta
(Hace tres años no había una foto como esta)

¡CUÁNTO LOS AMO!
¡CUÁNTO LOS NECESITO!
¡CUÁNTO LOS EXTRAÑO!
SIEMPRE, SIEMPRE: ¡LA FAMILIA ESTÁ PRIMERO!

sábado, 14 de abril de 2012

¡Mi viernes!


No recuerdo la última vez que salí 
No quiero parecer una patética, más bien,
no habían invitaciones que me conquistaran 
y mi exigencia se apoderaba de toda decisión
Esta vez, me costó una semana
y tenía que llegar el último día
con lluvia y relámpago para prenderme
y por fin animarme
¡Y cresta que me sorprendí!
Necesitaba un recreo como este,
apoderarme una vez más de un viernes por la noche
y pensar en mí y sólo en mí,
no recaer en recuerdos crueles 
o melancolías baratas
que a lo único que contribuyen es al masoquismo
Me desprendí por fin de esa sensación
para arreglarme, secar mi pelo,
sacar los jeans, mi chaqueta nueva y mi pañuelo rojo,
tomar las llaves, en encendedor y las lucas,
correr a la micro, caminar bajo una tormenta eléctrica,
con los labios rojos saludar a caras nuevas,
risas nuevas, carcajadas desconocidas, pero necesarias
Entrar al bar, conocernos, hacer uno y mil brindis,
cantar desangrándonos en voz de Ismael,
aplaudir y compartir hasta que nos echaran del lugar.
Caminar pasadas las 3 de la mañana,
contar anécdotas, burlarnos de la estupidez, 
planear salidas futuras,
abrazarnos y volver a reír.

¡Volví a tener poder sobre mis días!

miércoles, 11 de abril de 2012

Vámonos a la mierda, pero juntos!


Cuando vamos creciendo, las responsabilidades se van sumando a la vida, van amoldeando nuestros días, nos van haciendo diligentes y operantes en una sociedad, "hombres y mujeres dueños de..", olvidándonos de todo arranque infantil o pendejo, pues somos "maduros". Los años van pasando y cada vez cuesta más reunirse, pues hay que trabajar, hay responsabilidades que rigen la vida, sino ¿cómo se vive?

Hay cientos de kilómetros que nos separan, playas, ríos, un desierto inmenso, un deseo atrapado en la garganta, hay una cama de dos plazas esperando por ser ocupado, hay muchos brazos por abrir y muchas lágrimas por derramar, han pasado tantos meses y aún recuerdo la última vez que no pudimos desperdirnos, que hacía frío, y que encontré una cama vacía.
Desde ese noviembre que no nos vemos, ¡han pasado más de cinco meses!

Y nuevos proyectos se avecinan,
hay tantas cosas que me desconcentran, que debo pensar, que pasarán, que debo planear, que quiero hacer, que sucederán sin que quiera, pues creo que ya es necesario un cambio de vida,
es sano hacer maletas y marchar a kilómetros, caminar otras calles, probar otros aires, y por fin tener la estabilidad que alguna vez habitó en esas paredes.

Yo siempre estoy dispuesta a emprender vuelo, dónde sea, con el destino que sea, pues sé que es necesario hacerlo, al menos unas cuántas veces en la vida, para probar el sabor de otros lados, para deshacerse del dolor y pasar definitivamente a la realización y la concresión de sueños.
Yo me anoto, me apunto y cuenten con eso, aunque mi mamá cada vez más piense que me estoy arrancando de algo, pues sí, me arranco de lo que hace mal, de lo que alguna vez y más de una vez me hizo daño y me dejó tirada en el piso.

Vámonos a la mierda, juntos, revueltos y convencidos que la vida sigue más allá de los 61 años de edad, pues en dos meses más nace una nueva generación que nos volará la cabeza de amor.

domingo, 8 de abril de 2012

Sin título

Me he cansado de perseguir amores
Me he cansado de perseguir amigos
Sin duda, tengo un magister en encontrar
compañeros de camino dispersos,
desinteresados, discontinuos
¿Y por qué tengo que ser yo?
Hay sólo un grupo de personas que no me niega un abrazo,
que sé que si llamo destrozada en lágrimas
podrán prestar su oído a mi dolor
y tendrán unas cuántas cosas por decir
y levantarme de la mierda en dos segundos.
Hay unos ojos que me miran donde esté,
que con un llamado telefónico arreglan cualquier día
Hay unos brazos que me mantienen viva
Hay una criatura creciendo en una panza
a cientos de kilómetros de aquí
que me tiene llorando a diario
y enloqueciendo de amor
Hay un par de abrazos fuera de Santiago
que siempre me esperan
que sacan lo mejor de mí
que son capaces de defenderme
y arreglar mi vida
Hay unos abrazos extranjeros
que cada vez que puedo
vuelvo a oír sus voces
y a enloquecer de amistad
Hay un par de ojos que me conocen
y saben que mi piel y mi voz
no mienten
Hay un par de hombros
que me sostienen cuando quiero llorar
Hay quienes no necesitan una excusa
para compartir un mate
unos cigarros
y una buena conversa
Sí, me reconozco exigente,
pero esta vez no exigiré más,
soy amada por quienes me conocen,
no necesito fingir,
no necesito buscar.

Una vez más



Has resucitado
y me has regalado una Semana Santa
emotiva e interna
Me he dedicado a buscarte 
donde te perdí alguna vez,
donde te dejé sin darme cuenta
hasta que me dejé caer en un vacío
¿Dónde estabas?
Esta noche agradecí tu presencia
en mi vida
en mis triunfos y en mis derrotas
en la felicidad que hoy vivo,
pero por sobre todo
en el amor
Una sola palabra tuya bastó para sanarme,
romper todos mis medos,
curar cada una de mis heridas
y vivir este proceso reconstructivo
¡Gracias infinitas por resucitar en mí!

jueves, 5 de abril de 2012

Te vi

¡Bendita tecnología!
Hoy pude ver tus ojos, 
tu nariz respingada y hermosa,
tus brazos estirándose,
tu ceño fruncido.
Que estos dos meses y medio
pasen volando
y me permitan estrecharte en mis brazos,
mirar tus ojos
y al fin llorar de amor.
¡Ya te amo!

miércoles, 4 de abril de 2012

¡Invádanme!

Cuando empieza el otoño, 
mi cuerpo siente la necesidad de caer en sus brazos, 
mirar sus rostros una vez más 
y llenarme de sus energías.
Pucha, ya se me llenaron los ojos de lágrimas
y ustedes no llenan mi habitación 
como cuando estaba chica y una araña movía mis miedos.
Qué raro es mirarme al espejo 
y ver cómo pasa el tiempo,
como cuando era chica y no tenía pechugas
o ansiaba usar taco alto
y ahora que puedo, no los soporto.
Qué raro es mirarse al espejo
y contar todas las heridas de guerra,
enumerar los dolores y las lágrimas,
mientras las entrañas piden a gritos 
una lucha libre o un juego de pendejos.
El tiempo pasa y me alegra que así sea,
pues viene mi sobrina a devolvernos el aliento y la alegría,
vienen los proyectos y los sueños cumplidos,
pero también se desgrana el choclo
y cada vez es más difícil reunirnos,
sólo tenemos que conformarnos con oír voces
a través del teléfono.
Aunque los años pasen, 
seguiré siendo la menor,
me seguirán viendo igual,
lo sé.
Pero aquí los quiero,
reunidos en esa mesa grande,
tomando sopa como cuando éramos pendejos,
acostados en la cama de mi mamá
aprovechando un sábado en la mañana.
Los quiero aquí,
cagados de la risa,
viendo fotos
y recordando sobrenombres.
Invadiendo mi cama,
derribando mis miedos,
espantando pololos
y cuidándome como siempre.
No tengo la certeza de cuándo,
pero si sé que lo sé.
Jamás dudo de lo importante que son,
pues son lo único que vale la pena 
y el mejor regalo de Dios.
Quiero dejarme caer con toda confianza en sus brazos,
pues es ese lugar donde nada pasa,
donde me siento más protegida,
donde ningún recuerdo maltrecho invade,
donde las amistades no son pasajeras,
donde el amor y la trascendencia tienen valor,
donde no importan las distancias ni el orgullo,
donde soy en plenitud, 
donde no necesito pedir un abrazo o ser escuchada,
donde quisiera detener el tiempo.

Me dejo caer

Aún busco la fortaleza fuera de mí,
busco rastros de una certeza,
una convicción impenetrable e inquebrantable,
un calor especial que alguna vez sentí
y que tiene nombre y apellido.
¿Por qué la busco fuera, si sé,
exactamente dónde está?
¿Por qué tengo la manía autoflagelante
de relación  rostros, aromas, siluetas,
colores, con un dolor específico?
Una vez más, me entrego a lo que busco,
en silencio, sin espectadores,
sin avisarle a nadie,
sin hacer alarde de lo que vivo.
Me entrego a lo que creo
Me entrego a lo que siento
Me entrego sin preguntas
Me dejo caer al vacío con la certeza de la sanación

Somos