El reproche

Como era finales de agosto las primeras fresias de la madrugada con su vestidito sencillo bailaban dejando en el aire un perfume que calma y que a mi me enloquece igual que tu enagua y este es el reproche más dulce que haya ¿por qué me mirabas?

Camino de vuelta

He regresado luego de días inexplicables en Europa,

y no porque fue Europa, sino por los sueños comunes,

porque presencié y viví,

porque lloré y amé,

porque abracé y sonreí,

porque recé y bailé,

porque sigo odiando las despedidas,

porque me encontré perdida en esas calles,

porque agradecí incansablemente,

porque no dejé de amar por sobre todas las cosas

¡Porque estabas Tú allí!

¡Me voy!

¡Ha llegado la hora!

Luego de dos despedidas, de vídeos, lágrimas,

abrazos, fotografías, compras express,

saludes, miradas, trámites, encargos,

maletas, remedios, té, incredulidad, frío,

incertidumbre, dolor, compañía y apoyo.

A pocas horas emprendo vuelo "en busca de",

con sed y hambre de muchas cosas, voy a llenar mi alma,

a buscar respuestas, a rezar por lo míos,

a emocionarme hasta las lágrimas, a capturar miradas,

a saber de Él.

Me voy con mucha responsabilidad

Me voy aunque aún no lo creo

Me voy sin querer dejar el calor de madre

Me voy con ganas de quedarme

Me voy en busca de la respuesta

Me voy en busca del abrigo que perdí

Me voy para mirar otros rostros

Me voy para respirar otro aire

Me voy porque fue tu bendición

Me voy en tu búsqueda, Jesús..

¡Muchas gracias a ti!

"Tú que habitas al amparo del Altísimo, a la sombra del Todopoderoso, dile al Señor, mi amparo y mi refugio, en ti mi Dios yo pongo mi confianza"