lunes, 29 de junio de 2009


Es terrible saber, y darse cuenta que necesito de tí para seguir adelante; a pesar de que mi ojos no descansan, de que las lágrimas no dejan de escurrir, de aquél corazón que llevo aquí dentro, que pide a gritos alguien que sepa valorarlo, pero ya tiene un nombre grabado. Ayer, trataba de que aquél ardor de mis ojos no afectara en mi lectura, ni mucho menos en mi aprendizaje, intentaba que mi mente sólo se fijará en esas letras, y no en tu nombre grabado en estas cuatro paredes. Sé que estás a algunos kilómetros o talvez metros de aquí, y me exijo no pensarte, ni dibujarte, ni mucho menos leer tus líneas, mirar tus fotografías, y el cambio que has tenido. Decidí descansar unas horas, mis ojos y mi piel lo pedían, para acumular energías, traté de que las horas pasarán por mí y olvidarme de tu nombre, de la carencia de tus abrazos, de tu olor; pero el hormigueo de la peil ya me invade. Me siento prisionera del amor que te tengo, es tanto lo que te amo, que volveré a caer en el perdón, volveré a llorar esperándote, porque soy una idiota y me dijo: "esta vez lo hará, tengo esperanza" Esperanzas vagas, que no tienen coherencia, que me idiotizan más de lo normal, que me vuelven una enamorada enfermiza del amor, pero de ese amor que daña y saca pedazos, de ese amor que lastima, de esas palabras comprometidas que no tienen ninguna validez, pero aún así caigo rendida a tu sonrisa, a esos ojos de antaño que descubre en la multitud de la gente, de ese brillo particular, de esa piel blanca, que me permitió escribir en ella cada uno de mis deseos, cada una de mis penas  y sanarlas con tu amor.

Contigo viví por primera vez ese amor que busqué y soñé cuando niña, lloré de emoción y agradecí por tenerte a mi lado, por respirar tu olor sin necesidad de tenerte a mi lado, nos dibujé en mi futuro, recalqué mis anhelos más profundos, y los fuí tachando en tu cuerpo, cada vez que se cumplían; pero de un momento a otro, comencé a conocer ese lado de las personas que no queremos conocer, comenzaron las fallas y las faltas, las ausencias y las carencias; yo seguía al pie del cañon, con la esperanza viva en mis ojos, con la peil erizada, porque con cada sonido del teléfono pensaba que serías tú, me imaginaba un millón de cosas, que con un gesto tuyo totalmente inesperado, destruías sin remordimientos cada uno de mis afectos. Y a pesar de los años, sigo como una estúpida, esperando esa misma llamada, esa misma visita, ese mismo correo electrónico explicativo, pero hay algo diferente esta vez: estoy total y completamente cansada de todo, de mi amor, de sus huellas, de tu sabor, de tu carencia, de tu fuego, de tus líneas que es preciso decir que hace años no están dedicadas a mí, agotada de estas lágrimas, de este peso en mis hombros, de tus huellas y heridas profundas. Hoy debo pensar en mí, hoy no reconozco más tu nombre, se lo llevó la lluvia que limpio algo de este corazón herido, y por fin aprendo a sonreír con carencias, la lucha me la ganó este amor enfermizo, pero sigo viva, con los ojos hinchados, pero triunfé antes toda adversidad. Fabriqué con mis manos durante este tiem po una armadura contra tí, es ella quien me protegió, mucho más que tu "amor"

Grito y vomito, que estoy viva. Restauro mi piel, y mis heridas quieren cicatrizar. ¿Ayuda? esta vez necesito aprender de este sufrimiento, por una vez necesito ponerme de pie sola, sin la ayuda de los demás, sé que me sentiré mucho mejor, el logro esta vez y como siempre, con respecto a esto, será mío.

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