sábado, 26 de mayo de 2012

Al fin

Al parecer,
luego de una semana bien llorada,
la luz se ve al final del camino,
los pañuelos secan las lágrimas de dolor,
las llamadas telefónicas tienen un sabor dulce,
se oye esperanza,
el equilibrio comienza a apoderar de la atmósfera
y yo me dejo maravillar porque Dios está actuando.
Mi madre por fin se sienta con tranquilidad,
los procesos están culminando luego de años,
hay tranquilidad a cientos de kilómetros
y la ayuda está por llegar.
Ver el rostro de esa señora con esa expresión
¡NO TIENE PRECIO!

1 comentario:

AleMamá dijo...

Maravilloso. Dios actúa también cuando no nos gusta lo que pasa, y tú lo sabes. No hay que desesperar.

Un beso

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