lunes, 31 de mayo de 2010

Desgastada


Quedé helada. Perpleja ante tanta verdad traducida en mi inconsciente. Quieta y en silencio, mis lágrimas traducen y evidencian mi pesar, mi soledad. No hablo de exagerada, de embriagada de amor, de sobre explotada, hablo desde la carencia y aquella necesidad que me persigue hasta en los sueños, esa que me espera en la bajada de la estación, y está pegada a mi sombra y a mis pasos. Quiero de ese tiempo rico, fructífero, compartido, acompañado y caluroso, quiero que esas personas vengan a espantar este frío de mierda, que me lleva la cabeza y me tiene en este bajón, con los ojos opacos y las lágrimas vacías y esperanzadas.
Tengo ganas de desfallecer unas cuantas horas, revolcarme en las sábanas y llorarmelas todas, que mi piel vuelva a sentir ese calor que perdió, que las noticias vuelvan a sorprenderme hasta los dientes y que mi sonrisa salga sin peros ni ausencias. Estoy desgastada, como ensuciada por tanto y tanto, no exagero, no me quejo más de lo debido, sólo pongo atención en aquello para detenerlo ahora ¡ya!

domingo, 23 de mayo de 2010

Con ganas de irme, pero llegué

Ha pasado un poco más de veinte años desde que nací. Llegué a una familia constituida, a poner la guinda de la torta, y cerrar la fábrica de guaguas. Con complicaciones, pero llegué.
Siendo la única mujer de la casa, llegué. A cerrar bocas, llegué. A disfrutar la vida, llegué. A formar y desformar, llegué. A ser, llegué. A iluminar y sentirme opacada, llegué. A contar cicatrices, llegué. A realizar y soñar, llegué. A llenar aquel espacio, llegué. A ser criada, llegué.
Hoy tengo ganas de irme, aunque llegué. Hoy tengo ganas de mandar a la mierda, pero llegué. Quiero correr, pero llegué aquí. Quiero vomitar todo, pero aquí llegué. Quiero arrancar, pero llegué sin aviso, llegué. Pretendo volar, pero aquí estoy amarrada. Quiero maldecir sin censuras, pero llegué. Siento asco de este lugar, pero llegué aquí, no lo elegí. Quiero renacer y llenarme de energías, pero estoy amarrada entre sombras grises. Quiero gritar, pero me callan la boca, los hombres de este lugar. Quiero avanzar, pero me atan. Quiero ser y me manipulan. Quiero trascender y me desprecian. Quiero sonreír y me limitan.
No puedes esperar, que luego de veinte años de ausencia presente, quieras a toda costa, ser algo en mi vida, más de lo que ya eres: un ser. Nada más. Aunque golpees la mesa sin césar, y alces la voz, para sentirte omnipotente, lo único que causas en mi es pena y decepción. Yo seguiré aquí, con las ganas entre las manos de construir un lazo más fuerte y tú, seguirás golpeando la mesa, sin que nadie te escuche.

jueves, 20 de mayo de 2010

¡Quiero!


Tengo ganas de un día de la cultura bien gritado, de una fiesta masiva que reúna corazones y gargantas bien comprometidas, de una chela bien compartida y de una canción bien cantada, con el sol quemándome los hombros, y una buenísima compañía apañadora e infaltable, no sólo para este día sino que para todos los días que me quedan. Porque siempre hay motivos para dar gracias y para celebrar, porque mientras pasan los días las compañías cobran mayor sentido y endulzan la vida completa, porque aunque el sol no alumbre las ventanas hay una calidez propia de la amistad que acompaña y se perpetua con el cucharón.
Siempre digo: "nos queda una vida para seguir disfrutando", e insisto con ella, porque estoy convencida de la gratuidad de la vida, de las sorpresas, de los matices y de las caídas. Porque las vueltas de la vida son impresionantes, me sigo sorprendiendo con millones de cosas que este año han pasado, pero puta' que estoy agradecida de eso, de la construcción que sin querer formé en compañía de otros y el resultado está pegado en mi piel y en esta sonrisa. ¡Qué maravilla!
Nos espera Ismael Serrano, en ese frío agosto acompañado.

lunes, 17 de mayo de 2010

Yoísmo


Yo vivo aferrada a mis locuras y sonrío cada vez que las recuerdo
Yo amo sin límites ni limitaciones
Yo deseo rememorar ese día de sol
Yo me siento en deuda
Yo me cubro de amaneceres
Yo me visto de destellos y esperanzas
Yo amo arrancarme y todo lo que eso conlleva
Yo no me creo el cuento y ni siquiera sé cómo se hace eso
Yo dudo mucho de mi
Yo aún puedo contar mis heridas
Yo amo esta invasión felina, pegoteada y regaloneada
Yo me cansé de mis culpas
Yo me decepcioné de mis hermanos
Yo intento amar cada día más
Yo sufro con el dolor de mi madre y sonrió con los chistes de papá
Yo nunca me he sentido como la menor de cuatro hermanos
Yo aprendí a no esperado algo de esos tres hombres
Yo canto solamente cuando una canción me apasiona, lo demás es llenar espacio
Yo práctico el silencio, pero no me gusta que lo practiquen conmigo
Yo disfruto de esos vacíos
Yo creo, sin ninguna duda, CREO
Yo necesito seguir dormida por un tiempo
Yo sonrío todos los días con o sin motivo
Yo necesito tiempo ¡Ahora!
Yo quiero ser un pájaro y saber hasta dónde llega el cielo
Yo arranco (peyorativamente hablando) de las ausencias
Yo disfruto de una buena compañía, un mate y la luna
Yo quiero viajar no importa el destino, sí el acompañante
Yo no creo ser buena hija, al menos lo intento
Yo, desgraciadamente vivo de ese recuerdo
Yo, sin dudas empecé a vivir desde el verano


sábado, 15 de mayo de 2010

Acompañada


Luego de días eternos de desánimo y cuestionamiento, he vuelto a sonreír a todo dientes, he tomado una nueva postura, simplemente dispuesta a disfrutar, a seguir conquistando miradas y abrazos correspondidos, a dejar atrás preguntas y esfuerzos sin validez. Me han acompañado desde lejos y desde cerca, han acariciado mis días fríos, y mis locuras más retorcidas, han fomentado mis lágrimas para cicatrizar heridas y sellar etapas, han cantado, bailado, celebrado y corrido conmigo, y muchas veces, también han callado.
Hay esperanzas, siempre estuvieron presentes, sólo que los nublados días no me permitían verle el rostro y su luz. Hoy me quedo helada de tanta dicha, de tantas noticias, de tantos abrazos, de tantas sonrisas a distancia, del café con esta lluvia, de las llamadas inesperadas y de las arrancadas, que me hacen tan feliz.
Me quedo con esa calidez de saberse acompañado, de que a pesar de los kilómetros y la lluvia hay quienes persisten y trascienden, porque no importan las caídas y los tropiezos, simplemente hay quien acompaña tu camino, con el único afán de la amistad.
Te espero en agosto, para gritar.

domingo, 9 de mayo de 2010


Porque soy capaz de entregarme por entero a lo que creo, y me tiene con el corazón inquieto.
Porque me olvidó de mi para amar
Porque me cago llorando cuando no hay solución
Porque me ahogo entre lágrimas esperando que Dios me ilumine
Porque muero en los abrazos de mi mamá
Porque me duele la cabeza de tantos ideales
Porque siempre espero más
Porque conservo amistades y amores
Porque mis ojos están desgastados
Porque deseo con todas mis fuerzas aprender a vivir
Porque la vida se me escapa de las manos y la veo ir
Porque las letras aún me refugian
Porque no sé mentirme, ni mentirte
Porque anhelo dejar de lado este pesar


Por todo esto: decaigo en mi cama, cansada pero feliz de tenerte.

lunes, 3 de mayo de 2010

Mil preguntas sin respuestas

Silencio, por favor.
Quiero quietud, simplemente estar.
Observar en silencio y dejar que el tiempo se me pase mirándome al espejo.
No quiero que vengan a golpear mi puerta, hoy.
Quiero respiros, quiero suspiros.
Necesito mirar el brillo de unos ojos que perdí hace ya algunos años.
Quiero volver a sentir ese olor ponsándose en mi nariz y comer esas uvas.
Necesito el silencio de esas paredes.
Esa quietud que sólo tú logras conseguir y que te llevaste, esa necesito.
No hay ningún regreso, ni ninguna lágrima que te traiga de vuelta.
Sólo están esos sueños que te traen de vuelta por segundos y me dejan con este sabor agridulce en la piel.
¿Cómo era tu rostro?, ¿cómo era el sonido de tu voz?, ¿cuántas cucharadas de azúcar tenía tu te, cada mañana?, ¿a qué santo le rezabas los jueves?, ¿cuál era la receta para ese perfecto pescado frito?, ¿cómo querías que se llamara tu bisnieto?, ¿cuántas luchas te quedaron por pelear aquí?, ¿cuántas respuestas dejaste a medias?, ¿cuántas palabras quisiste decir, y te mordiste la lengua como buena madre y dejaste ser a todo aquél que te rodeaba?, ¿qué querías que fuera de nosotros en unos años?, ¿qué pensabas de Roberto?, ¿qué te hizo tan fuerte, pero a la vez tan cercana?, ¿cuántas veces sufriste en silencio?, ¿cuánto más me harás falta?

Somos