martes, 29 de septiembre de 2009


Me lleno de destellos de luz, de recuerdos vagos, en donde sonreía mucho más que hoy, y trato de olvidar este dolor recurrente. Pienso en mañana, pienso en las miles de carcajadas que repartiré al mundo entero, en la estrechez de mi corazón al escuchar voces empapadas de alegría y dicha, dirigiéndose a mi, y talvéz me ilusione más de lo debido, como siempre, y termine el día pensando en las cosas que me hicieron falta, en esas llamadas que esperé, en esas sorpresas que nunca llegan, pero siempre siempre y más siempre, he esperado. No quiero contar las horas que faltan para aquél día, prefiero ahogarme en este dolor estomacal, y estas fotocopias, que me cagaron la semana. Guardo las sonrisas para mañana, que sinceramente, ¡no puedo creer que mañana sea el día! De un tiempo a esta parte, no he querido ningún cumpleaños feliz, sin importar, la relevancia familiar que adquiere este acontecimiento, pero que con el paso del tiempo, ha mengüado, así como el brillo de mis ojos, y la calidez de mi piel. Pido, así como doy, una sonrisa cada día, y más aún, el día de mañana. Pido abrazos y regaloneos. Pido ser yo, la protagonista de mi día, de mi semana.

viernes, 25 de septiembre de 2009


Que pasen estos días, y estas incertidumbres. Que venga el calor de aquél hombre, y me llene de su amor, y misericordia, que espante mis miedos, mis culpas, mis regaños, mis faltas y las invada con su luz, que me potencie con su sabiduría y actúe por mi en cada situación. Que me regale más de aquellos días, en donde me queda sonreír, y no pensar, donde el viento me revolvía el pelo, y me dejaba llevar por el calor del sol. En estos días, he pensado, me he pensado y te he pensado. Sé que algo perdí, no sé dónde, quizás entre mis ropas, o mis enojos que vienen y se van. Sé que puedo perderte, pero la vida es tan agridulce, que me llena de esperanzas, pero a ratos me envuelve de angustias y pesadillas, que me impiden seguir adelante, y seguir sonriendo. No sé como volver a tenerte entre mis brazos, invadirme de ti, y llenarte de mi, no sé cómo enamorarte como lo hice hace algunos años, no sé cómo sentir esas hormigas caminando por mi piel, cada vez que me sonreías o tocabas mi piel, quizás por equivocación, pero hasta tu voz me hacia temblar. Pasan los días por mí, aplanando alegrías y destellos de luz, arrasando con mis ideas, y con lo que quedaba de esta María Olga, que tanto amaste, pero que se fue con las horas frías y ausentes de tí. Quiero renacer, y envolverme de sonrisas, y regalos, quiero abrazarte una vez más y sentir todo lo que alguna vez olvidé, quiero respirar de ti todo lo que a mi me falta, reconstruirme de aquellos pedazos que guardé en mi baúl. Te amo como siempre, como aqué día que me tomaste entre tus brazos y me prometiste maravillas, con tu sonrisa cómplice, que tanto extraño. Quizás tú también has cambiado, el paso de los días y de las horas, hacen estragos en corazónes como los nuestros, pero yo te esperaré como ayer, hoy y siempre, la misma mujer de siempre.

miércoles, 16 de septiembre de 2009


Me confieso.
Confieso que me aterra dar pasos en falso.
Confieso que quisiera sacarme el corazón y la mente, y dejarlas en reposo hasta nuevo aviso.
Confieso que hoy no sonrio porque estoy aterrada.
Confieso que descubrí que le tengo miedo a amar.

Confieso que a pesar de todo, los ojos aún me brillan por tí.

Confieso que quisiera retroceder el tiempo y volverte a mirar.
Confieso que la nostalgia me invade.

Confieso que quisiera entenderme.

Confieso que no sé qué cresta quiero.

Confieso que ya ni las lágrimas me sanan.

Confieso que he tratado de olvidarme de mí.
Confieso que quisiera arrancarme de esto.

Confieso que mis manos ya no tienen calidez.

Confieso que muero por gritar que no aguanto esto de aquí dentro, pero ni siquiera sé que es. Confieso que no quiero pensar más.
Confieso que no sé mentir, pero aún así.. lo intento.
Confieso que hoy no quiero abrazos, quiero soledad.

Confieso que hoy no quiero miradas, sólo sensaciones.
Confieso que escribir algo me tranquiliza este corazón cobarde.
Confieso .. y más sigo confensando, que esto me duele.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Pasó pasó, pasó nuestro cuarto de hora..


Pasó pasó, pasó nuestro cuarto de hora.

Pasó, pasó, pero aún sabíamos reír.


Ayer, al cobijarme entre mis sábanas, por fin pensé: "ésta no soy yo"

Rememoré, imágenes se atravesaban en ese divagar, que me dejaban más que claro que esto no es parte de mí, que había cometido un error, y algo necesito hacer para calmar este corazón cobarde, y lleno de baches.

Quisiera apropiarme de este corazón, y borrar instantes, quemar abrazos y reconstruir sonrisas, tener aquí conmigo, abrigada en tu pecho, y a salvo de los demás. Aquí me haces falta, es aquí donde te dibujo, pensando que estás a kilómetros luz, pero vives conmigo, mis ojos te buscan entre tantas voces confundiéndome, tu olor me llama, pero sigo aquí, sentada en el mismo lugar donde me dejaste la última vez con tu beso, y tu adiós.

Cuento las horas, se me confunden los minutos con el color de mi vestido, baila el minutero entre mi cuello, pero sigo aquí despierta, esperando la sonrisa de tus ojos, porque en tí encuentro en lo que nadie más hallé, porque eres a quien espero entre el amanecer y la hora del té, porque quisiera eternizar tus brazos enrredándose en mi cintura, y no dejarte ir.

Espero la calidez de tus besos, y la suavidad de tus manos, espero el reencuentro y el desencuentro entre tus ojos y mis palabras, te espero con la angustia de verte tocar mi puerta y saltar sobre tí, te espero y esperándote como te espero, sigo igual, desilucionada y hasta resignada de que quizás, algún día, llegarás.


Quizás te tenga entre mis brazos más temprano que tarde..

Quizás la ráfaga se apoderé de mi, y me invite a volar con mi vestido rojo..

Quizás cuente mis errores, y alguna vez los pegue en mi frente, para que no existen más los prejuicios..

Quizás, baile entre el poder y el querer, pero a vos, te quiero..

Quizás cante una y mil veces, la frase "sé que puedo", pero jamás me convenza..

Somos