domingo, 27 de septiembre de 2015

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No quiero compasión
Lo que deseo es gritar a los cuatro vientos
que la vida es una mierda.
Me cansé de mirar el vaso medio lleno,
porque solo está lleno de dolor y de llanto,
de cansancio y pocas energías,
de estancamiento y ahogo.
Me cansé de entender todo,
de comprender,
de guardar silencio,
de aguantar y quedarme.
Ahora sí,
quisiera ser uno de mis hermanos
con su vida resuelta,
con todos sus planes hechos fuera de casa,
con su sueño tranquilo
y en sus casas silenciosas,
con el cansancio por el trabajo
y no por la enfermedad,
con los ojos hinchados por haber dormido mucho
y no por llorar de impotencia.
Quiero que las horas de la noche se multipliquen,
para no volver a despertar en días,
que esta maldita agonía se acabe,
que algo por fin me mate para dejar de sentir.
Quiero ser invisible,
insensible,
desvanecerme sin dejar huella,
porque no existe refugio,
no existe espacio en el que deje de sentir este dolor,
No me pidan que piense en ser feliz,
en que alguien me salve de esta mierda,
porque luego de este ejemplo,
no estoy de acuerdo en compartir la vida con nadie,
no deseo embarcarme en sueños que no me pertenecen,
ni mucho menos en que otro cargue mi historia.
Mi deseo es no vivir más esta mierda,
que mi madre recobre energías para tomar decisiones
y viva en plenitud.
Quiero dejar de llorar los domingo por la mañana
y esquivar su encuentro,
quiero y deseo tranquilidad.

Alguien que cuide de mí
que quiere matarme
y se mate por mí. 

Somos