miércoles, 15 de junio de 2016

Estos días.

Han sido días extraños,
me ha costado verbalizar lo que pasa dentro.
Y sí, quizás me afecte lo que va a pasar,
que mi partner se largue por dos largos años
y me quedé a medias con la vida.
Y sí, quizás me afecte que mamá sea superheroína
y yo no puedo ayudarle ni con la mitad de su esfuerzo.
Y sí, quizás me afecte estar lejos
y mirar la vida de otros con dolor y expectación.
Y sí, me cueste fluir porque me quedé pegada hace años,
y se me llenan los ojos de lágrimas cada vez que me toca hablar
de mí.

Deseo desde mis entrañas que las cosas me resulten,
que el primer paso a realizar mi vida se concrete,
que se me dé la oportunidad de surgir,
que Dios no deje de acompañarme.
Estoy apostando todo por lo que creo
y deseo.

Mi corazón está en esto.


sábado, 23 de abril de 2016

Movilidad.


Estar en movimiento, 
posar la nariz en otros lugares,
abrazar a otros y reconocerme en ellos,
caminar desconociendo el mundo
y comiéndomelo a la vez,
abrir los brazos y tocar el cielo,
sentir la libertad brotando de mí,
reír a carcajadas
y hacer de otros espacios mi lugar.
Vivir para viajar,
para conocer
y para jamás quedar inmóvil.



lunes, 11 de abril de 2016

Esto soy.

Soy lo que vivo,
lo que siento,
lo que experimento,
lo que sufro,
lo que amo,
lo que duele,
lo que me mantiene despierta.
Soy cada uno de los abrazos que dí,
soy cada palabra que cruzo con quienes amo,
soy esa dulzura cubierta de ironía,
soy ese deseo oculto de seguir amando,
soy la preocupación de mamá
y los pasos de mis hermanos.

Soy innumerables sensaciones a la vez,
que estallan en cada abrazo.
Eso soy. 


sábado, 16 de enero de 2016

No más.

Y yo tanto que me burlo de las personas cíclicas,
y aquí estoy,
viviendo las mismas sensaciones una y otra vez,
respondiendo al dolor con lágrimas
y al sinsentido con letargo.
Se supone que vivir con miedo no es vivir,
y quizás sea cierto,
me siento así hace largos años:
miedo a que la soledad me ahogue,
miedo a que los años pasen y siga aquí 
(hoy lo siento más que nunca),
miedo a sentir el vacío que siento hoy,
miedo a dejar de ser,
miedo a quedarme pegada,
miedo a no ser valorada,
miedo a no ser amada,
miedo a seguir siendo "la hermana chica",
miedo a ser la "eterna amiga",
miedo a todo y a la nada.

La única certeza que me queda es,
que las cosas seguirán igual, 
mientras estos sentimientos se me queden pegado a la piel.
Seguiré teniendo días de mutismo selectivo como hoy,
días de alegría extrema como días anteriores, 
días de hermandad y amistad,
y días de infinita soledad.
No quiero más.
Me siento adicta a esta puta sensación de estar
pegada a las lágrimas que siguen cayendo.
Ni siquiera sé a qué aferrarme para salir de esta estupidez humana.
Y yo, 
que me burlo de todo individuo con apego al dolor,
que se aferra a sentimientos vagos para salir.


Somos