sábado, 20 de abril de 2013

¡No me presionen!

Hace mucho tiempo he decidido callar.
Ser selectiva y no contar mucho de mí.
Y claro, hay personas que se sienten re mal,
pero no entienden bien el porqué de mi opción.
Elijo callarme porque detesto que me presionen:
que me invadan de preguntan y cuestionantes
que ni yo puedo responderme.
Me callo porque detesto la invasión desmedida,
porque no soporto que me arreglen la vida
si es MÍA.
Porque se me llenan los ojos de lágrimas de impotencia,
si no he pedido ayuda, ¿por qué se desgastan en remedios para mi vida?
Agradezco su particular "modo" de preocupación,
pero si no me la banco acudiré a mi madre una vez más,
lloraré amarrada a su regazo y ella me consolará.
Si hoy no abro la boca para putear
es porque no quiero peleas,
quiero descansar.

Lo reconozco,
para esto tengo poco aguante.
No dé remedios ni soluciones para la vida de los demás,
si usted recién se dio cuenta que la estaba cagando.


Ser paciente,
respirar muchas veces,
llorar escondida,
morderme la lengua,
putear entre dientes,
querer arrancar.
Soluciones parche que pronto estallarán. 

Somos