martes, 28 de febrero de 2012

lunes, 27 de febrero de 2012

¡Me hacen bien!


Mi única certeza son ustedes
y sin ninguna duda: ustedes me hacen bien
y son lo único hermoso de mi vida
¡Mi bandera de lucha!

lunes, 13 de febrero de 2012

Un año más

Hoy se cumplen cinco años desde que tus ojos dejaron de brillar
Hoy se cumplen cinco años desde que tu gestualidad se paralizó
Hoy se cumplen cinco años desde que me enteré de tu muerte por palabras muy ajenas
Hoy se cumplen cinco años de tu ausencia, pero de tu presencia en los ojos de mi madre,
en la sonrisa de Clemente, tu primer bisnieto, en la sobremesa de los domingos,
en el olor a albahaca en verano, en el té de todas las tardes (infaltable), 
en los vestidos de verano, en los pies descalzos, en mi mancha de nacimiento,
en el amor por las plantas que tengo en mi jardín, en las uvas de tu casa,
en nuestra descendencia, en nuestra oración.
¡Tremenda herencia!
Donde estés, gringa amada, sabes que sigues presente en cada paso que damos.

miércoles, 8 de febrero de 2012

El mundo es una pesadilla y yo he sido taaaaaaan feliz






Creo que esta entrada me tomará mucho tiempo, pero necesito aventurarme en esta historia y más aún ahora que las cosas han cambiado tanto para este hombre de ojos azules.

Recuerdo perfectamente mi infancia cuando él hacía sus hazañas, la vez que repitió primero medio y lo echaron del colegio, recuerdo el rostro de mi madre frente a él, con los ojos empañados de lágrimas y los brazos cruzados, mientras yo con siete años no entendía mucho, sólo tenía susto por la ignorancia en ese momento, "¿qué estaba pasando?". Así siguieron las aventuras de 'Don Sata', con sólo quince años ya se arrancaba de la casa sin que lo pillaran, y era declarado un caso perdido por mis papás, pues eran incontadas las veces en que hizo lo que quiso, se arrancaba de clases, de la casa, tenía el pelo largo y ya no había qué hacer con él.

Con el paso de las años las cosas fueron cambiando mucho, se destacó en el colegio, a pesar de ser uno bien regular, comenzó a sumar puntos con mis papás, aunque las niñas jamás dejaron de faltarle. Junto plata, se compró guitarras, se iba a la playa con amigos, y la fiesta era el mejor panorama de cada fin de semana: le conocí todas las borracheras, las ganas y las frustraciones, los sueños cumplidos y realizados. Compartir la habitación en su adolescencia y mi infancia, me ayudó a sentirme protegida y a aprender de él, ¡impagable!

Debo admitir que con el paso del tiempo nuestra relación se fue distanciando por nuestros temperamentos, mi adolescencia estuvo marcada por mi carácter a la defensiva y el de él no era muy fácil, pero sin duda mucho más simpático que el mío. Lo vi crecer, formarse y a la vez, educarme a su manera, lo vi estudiar y trabajar sin descanso, lo vi proyectarse en el amor, lo vi ahorrando y teniendo un merecido descanso de vez en cuando (casi nunca), vi cómo la relación con mis papás se estrechaba cada vez más, intentando remediar lo que alguna vez causó y seguía causando.

Recuerdo esas vacaciones de invierno, tomó un bolso y se fue al norte, volvió a las semanas con una noticia: se iba a trabajar al norte y nunca más volvería. Me enteré por labios de mi mamá, como siempre, había cabos sueltos que no comprendía totalmente, pero no habían demasiadas cosas que reprochar o cuestionar, más bien, había que desprenderse. Los desafíos eran muchos para él, la lejanía le iba pasando la cuenta, aunque jamás reclamaba el amor de mis padres, ni las llamadas, sólo se mamaba el dolor y el desamparo que sentía. Cada vez que nos visitaba, se desataba una adoración tremenda hacia él por parte de mi mamá, y claro, era lo normal, pues se extrañaban, lo peor era que justificaba sus borracheras y su mal comportamiento: ahí comenzamos a distanciarnos cada vez más. Claramente su éxito laboral no bastaba, algo estaba fallando.

La verdad es que sufría cada vez que venía a Santiago, no era capaz de decirle las cosas a la cara y el silencio me estaba carcomiendo las entrañas y el corazón, no era capaz de sobrellevar todo aquello, ni mucho menos decírselo a mi mamá, pues estaba viviendo la felicidad. Intenté hacerlo a mi manera, hablé con ella después de que pasó todo, tuve el apoyo del Gordo, pero aún así desacreditó todos mis alegatos, me hizo ver como una estúpida celosa: ahí estaba yo, con los ojos llenos de lágrimas de rabia e incomprendida. A su vez, le mandé una carta para su cumpleaños, la que claramente jamás me respondió: sólo cumplí con lo que me correspondía.

Luego de muchos meses, cuando me encontraba en España recibí el llamado de mis papás, que me contaban una noticia: Felipe se casaba. Me costó mucho procesar la información, recién en Noviembre cuando lo vi feliz con su novia entendí todo, antes sólo especulaba, intentaba formular ideas para saber qué había pasado por su cabeza. El día de 16 de noviembre cambió el giro del mundo, lo sé, Dios quiso que las cosas sucedieran así y puso sus manos sobre nosotros: Felipe se casaba y un bebé estaba creciendo en la panza de su novia, ¿qué más podíamos pedir?

Evidentemente la vida nos había dado una vuelta completa, nos había mostrado el trabajo y el esfuerzo de ese rubio de ojos claritos, su inteligencia y amor por mis padres, y ahora la conformación de su familia, que también es nuestra. Hace pocos días nos enteramos que Amanda Daniela llegaría a nuestras vidas, el clon de Felipe y Odette, la primera de la tercera generación de los Rojas está ha cinco meses de permitirnos conocer su rostro y de sentirse completamente amada, sin ninguna duda.

He aquí el resumen de su vida, más bien, de como cambió y cómo fue partícipe y espectadora de todo aquello, y hoy más feliz que nunca y más cercana y participante.


El mundo es una pesadilla
y yo he sido tan feliz
El mundo se derrumba y gira
pido disculpas por vivir..

Somos