domingo, 13 de mayo de 2012

El siguiente paso es sanar

Confieso que hace tiempo no tenía una semana
como la que recién pasó.
Las responsabilidades empezaron a llegarme al cuello,
sin siquiera tener tiempo de poder detener su paso,
volví a vivir las madrugadas enrredada entre focopias
y trabajos en grupo vía internet,
el café volvió a tener su lugar en mi velador
y mi teléfono dejó de sonar para buenas noticias
y carcajadas,
malas noticias, discusiones innecesarias,
desconfianza y rencor.
El desgaste del corazón y de las energías
fueron los personajes principales ayer,
temblé, me congelé y me marié,
sólo producto de la mala onda, 
para al fin llegar a casa y por fin explotar.
Una vez más, a través del teléfono estaban esos dos hombres
que pueden arreglar mi día como nadie más,
escuchar sus voces es lo que necesito cuando mis lágrimas salen de dolor,
que me solucionen la vida y me hagan sentir amada
NO TIENE PRECIO
Y para que por fin mi mamá venga a mi auxilio,
me escuche y llore conmigo todas mis penas y mis cansancios
y me diga mirándome a los ojos:
"por favor, hija, piensa en ti.. sé que no estás bien"
¿Cómo cresta no voy a amarlos?
¿Cómo no agradecer el colchón de amor que me sostiene siempre?
¿Cómo no darle gracias a Dios por su existencia en mi vida?

Me han ayudado a tomar una decisión que he postergado
sólo por compromiso y responsabilidad, 
me han recordado cuánto valgo
y cuánto me he perdido entre malos tratos y desgaste,
le han vuelto a dar sentido a mi trabajo
y a mi amor por Cristo,
me han regalado un respiro
y me han gritado en la cara:
¡AQUÍ ESTOY!
Estoy dispuesta a dar el siguiente paso
para que de una vez por todas
mi corazón sane.

1 comentario:

Romina dijo...

sos una campeona!!
bienvenido este nuevo paso
un abrazo

Somos