lunes, 11 de junio de 2012

:(



No sabes cuánto daría por haberme quedado así de pequeña más tiempo,
cuánto lamento no haber aprovechado más mi infancia,
cuánto anhelo esos años de ignorancia y dependencia.
Créeme que si pudiera, 
sacaría todo tu cansancio y lo cargaría por ti,
te daría horas de sueño tranquilo,
te aseguraría que nada malo pasará
y que las preocupaciones que hoy te invaden
mañana desaparecerán,
que tus hijos no te llamarán más para darte malas noticias,
que seguirás llorando porque no hay salida,
que no habrá deuda que te deje con insomnio.
Yo, aquí agobiada por la maldita universidad,
los profesores de mierda irresponsables,
por unas planificaciones eternas
y el final de semestre,
y tú...

siendo oído de todos nosotros,
de tu hermano que a pesar de los años
sigue siendo el mismo pendejo sin remedios,
arreglándonos la vida a todos,
aguantando la personalidad de mi papá
y cargando una herencia genética innegable.
¿De qué mierda me quejo?

Quiero derretirme en tus brazos 
y llorar desconsoladamente por esta vida,
porque sufro contigo,
porque me duele el alma verte llorar,
porque quiero gritar cada vez que algo te daña,
porque mis lágrimas no dejan de caer por todo lo que pasa.

No tengo certeza de cuándo terminará todo esto,
sólo sé que un día se acabará.
Dejo mi vida y la tuya en sus manos.

¡Señor, Encuéntrame!

No hay comentarios:

Somos