domingo, 8 de abril de 2012

Sin título

Me he cansado de perseguir amores
Me he cansado de perseguir amigos
Sin duda, tengo un magister en encontrar
compañeros de camino dispersos,
desinteresados, discontinuos
¿Y por qué tengo que ser yo?
Hay sólo un grupo de personas que no me niega un abrazo,
que sé que si llamo destrozada en lágrimas
podrán prestar su oído a mi dolor
y tendrán unas cuántas cosas por decir
y levantarme de la mierda en dos segundos.
Hay unos ojos que me miran donde esté,
que con un llamado telefónico arreglan cualquier día
Hay unos brazos que me mantienen viva
Hay una criatura creciendo en una panza
a cientos de kilómetros de aquí
que me tiene llorando a diario
y enloqueciendo de amor
Hay un par de abrazos fuera de Santiago
que siempre me esperan
que sacan lo mejor de mí
que son capaces de defenderme
y arreglar mi vida
Hay unos abrazos extranjeros
que cada vez que puedo
vuelvo a oír sus voces
y a enloquecer de amistad
Hay un par de ojos que me conocen
y saben que mi piel y mi voz
no mienten
Hay un par de hombros
que me sostienen cuando quiero llorar
Hay quienes no necesitan una excusa
para compartir un mate
unos cigarros
y una buena conversa
Sí, me reconozco exigente,
pero esta vez no exigiré más,
soy amada por quienes me conocen,
no necesito fingir,
no necesito buscar.

No hay comentarios:

Somos