lunes, 11 de octubre de 2010

No doy una


Maldita sensación de estos días grises, de suspiros vacíos y esperanzas vagas. Ese malhumor que me persigue, estoy tan cansada.

Cansada de responder preguntas vagas y elementales, de contarle a todo el que me cuestione lo que me pasa, de justificar mis ojos transparentes y mis manos frías, de rogar por un poco de silencio, de gastar mis días por algo que quizás no ocurra, de percatarme de la ausencia de todos, de tomar decisiones, de sentirme acorralada, de tener cosas pendientes, de preocuparme una y otra vez por el mismo tema, de soportar a gente que no vale la pena.

Quiero deshacerme de todo, quiero sentirme liviana una vez más, quiero rechazar conversaciones sin sentido, quiero malgastar mis horas frente al mar en un día helado, quiero tomarme un vino en compañía, quiero despojarme de prohibiciones, quiero revivir.

Hoy no tengo fuerzas para contener a los demás, no recuerdo cómo se hacía eso. No sé dónde encontrar lo que quedó de mi en alguna parte, no sé cómo se empieza de nuevo, ni mucho menos sé de dónde se sacan las esperanzas renovadoras que se necesitan para vivir.

2 comentarios:

AleMamá dijo...

¡Ay, Corazón! ¿quién no se ha sentido así? la solución no está en desatar todo vínculo, sino en darles sentido. Yo creo en Dios y creo que si me manda la carga, me manda la fuerza para soportar hasta el último impertinente con buena cara....bueno, con una mejor cara que la de poto que solemos poner en esos casos.

Esto me hace tan libre, que yo elijo aceptar los límites de los mandamientos, porque me protegen "por detrás", para adelante, ¡tengo las bienaventuranzas y obras sin límites dentro de ese marco mínimo.

¡Escribes muy lindo. Te leo

NegraNativa dijo...

Abrazos, solo eso te dejo.
Ya sabes que es bueno arrancar un poco del asedio de muchos.
Ya vendrá el tiempo ideal para revitalizarte, mientras tanto hay un refugio para pasar el mal rato, desde el abrazo de tu madre, la compañía del Robert, un paseo con los amigos, unas buenas líneas, lo que te haga mejor.
Te re quiero!

Somos