lunes, 2 de noviembre de 2009

Y.. de qué sirve


¿De qué sirve amar y entregarse por completo?
¿De qué sirve sonreír y dejar pasar tus faltas?
¿De qué sirven años y meses?
¿De qué sirven días y horas?
¿De qué sirven abrazos y noches?
¿De qué sirven mil palabras?
¿De qué sirven los anhelos y las promesas?


De qué sirven, insisto, todas estas cosas cuando los ojos no pueden más de ausencias, cuando el brillo y el matiz hermoso que nos mantenía se desgastó y se fue con cada una de tus faltas.

Una vez más, como todos los días, desde hace dos meses, estoy sola, intentando secar estas lágrimas de algo perdido, pero soy tan ingenua, aún, y es por eso que estoy jodida, porque soy una tonta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No puedo responder tus preguntas, pero sí puedo decirte que no estás sola...
Confía en que todo saldrá bien y si para conseguir paz tienes que derramar lágrimas, que así sea... A veces las lágrimas son lo mejor que nos puede pasar...
Ánimo, Mari. Eres una mujer fuerte, no te dejes vencer. Confía en Dios, Él secará tus lágrimas.
Besitos~~

Tamy.

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