miércoles, 18 de noviembre de 2009


Convertida en la Cenicienta entré en tus sueños, y vigilé tus horas. A paso lento descubrí algo más de tí, aquello que tanto ocultas, aquello que no conozco, pero que sé que tienes. Entre tus paredes faltaba mi luz, la oscuridad me hacía brillar, mientras bailaba al song de tu latir. Encontré cosas que dí perdidas, palabras mías adornaban las murallas de tu corazón, y escuchaba el resonar de unos "te amo" desde aquél primer día que esbocé en mis labios aquella hermosa frase, que te hizo vibrar, y lo sigue haciendo.

Salí de tus sueños, y de tu cuerpo con una convicción: sigo viva ahí, revivo cada día, permanezco, y soy propietaria ahí de lo que me regalaste.


No sé si debo tener fe, si debo lusionarme, si debo dejarme llevar por tu sonrisa, si debo creer en tus abrazos, no sé cómo recibir tus frases, ni cómo acogert la verdad de tus ojos. Sé pocas cosas, no sé si ter sirvan, pero con certeza quiero.. de corazón quiero.

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