jueves, 26 de noviembre de 2009

Qué extraño, pero me pasó.


Hoy me pasó algo, que nunca antes ma había pasado.. quiero amarrarte a este lugar, quiero que te quedes aquí, que tu esfuerzo, tus opiniones y tus éxito se queden aquí. Aquí creciste, crecimos juntos, conocí tu evolución y desarrollo, así como tú conociste el mío, y me ayudaste, y me enseñaste un millón de cosas. Creo que a todos nos pasa, no queremos irnos de este hogar cálido que formaron los papás, nos cuesta cortar el cordón umbilical, es rico sentir ese calorcito y esa tranquilidad aferrado a tu cama de años, mimado por los viejos.. ¿quién no goza de esas cosas?

Nadie quiso saber aquella noticia, que tanto te amargó y que tanto nos entriteció, "los ignorantes son más felices", quizás hubiese sido mejor nunca saberlo, nunca decepcionarse, pero Dios sabe por qué hace las cosas, pero me hubiese encantado ahorrarte esas lágrimas, y ese disgusto que te llevas, así como tener la capacidad de volver a dibujarle la sonrisa a mamá.

Al amanecer te vas, papá te llevará al aeropuerto.. quizás cuándo vuelvas, quizás cuando nos alegres con una nueva visita, y primera vez que me pasa, ¡quiero que te quedes! contigo aquí volví a sentir una tranquilidad inmensa, contigo aquí sabemos qué hacer, cómo reaccionar y hasta qué pasos dar, tienes ese don de arreglar las cosas con verdad y disciplina, sos un sol.

Qué ganas de traer María Elena, a poquitos kilómetros de Santiago, pero si así fuera, tus visitas no tendrían ese sabor tan rico, y ese abrazo tan esperado. Qué ganas de extender las horas, de hacer más pausados nuestros actos, para tener la leve sensación de parar el tiempo, de que me vuelvas a abrazar, y me vuelvas a saludar como la semana pasada, y volvamos a vivir el domingo en familia, y la comida china que recién compartimos.


Quiero tantas cosas en este momento, pero lo que más deseo es que volvamos a sonreír..

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