domingo, 25 de diciembre de 2011

¡Mi bendita Navidad!

Nunca habíamos pasado una Navidad los cuatros (mis papás y mi hermano un año mayor), siempre habíamos estado un poquito más acompañados, por las idasy vueltas de mis dos hermanos mayores, el árbol de Navidad estaba más regado de regalos y colores: sin duda este año era distinto, ¿y cómo no?

Como hace ya algunos años, nos dejamos acompañar por los demás en la misa del gallo o misa de Navidad de la parroquia, donde la mayoría de los rostros es conocido y unos más que otros, son familiares. Tenía claro que esta vez tenía unos cuantos motivos de sobre para agradecerle a Dios, y era exactamente eso lo que me mantenía muy feliz y con los ojos rebosando de lágrimas. Viví la misa como nunca antes, con mis padres (uno a cada lado) y todos esos deseos apretados en el corazón, anhelando que día a día los milagros sigan ocurriendo en nuestras vidas.

Ya en casa, luego de la cena, de los abrazos y los regalos, necesitaba escuchar voces amorosas desde lejos, necesitaba mantener el corazón pendiente y sentir que Jesús se hacía más presente aún entre nosotros, a pesar de los kilómetros de distancia que nos separan. ¡Y ahí estaban! a través de mensajes, de la voz, se hicieron presente una vez más, pero especialmente este año a la espera de un nuevo integrante: allí están puestas las esperanzas, los anhelos, y el amor más maravilloso de todos.

Nuestra Navidad de a cuatro fue especial, pues así es mi familia: regalada, regaloneada y cada día más unida, pues Jesús quiso que así fuera, y que siguiera siendo desde este momento. Nos acompañamos hasta pasadas las 2 de la madrugada, para luego ir todos juntos a dormir, reconociendo que hemos vuelto al origen de todo, hemos recobrado el sabor de la Navidad de infancia.

Aunque los kilómetros impidan que nios abracemos como queremos, aunque nos extrañemos como nunca antes, hay una certeza: ¡Nos amamos!

Esta fue mi bendita Navidad

2 comentarios:

AleMamá dijo...

Muy lindo relato de una bendita navidad. Ahora vamos por un 2012 increíble.

Felicidades

profeJOalRescate dijo...

Que lindo amiga, siempre he admirado tu optimismo y lo feliz que te sientes por cada cosa nueva que aparece en tu vida, sin rezongar, más bien agradeciendo y llenándote de esperanzas, ¡nunca dejes de hacerlo!. Feliz navidad para los Rojas Garcés y para la manchita que viene en camino, se con certeza que llegará a un hogar llenísimo de amor y unión y con la fe y la vida puesta en Dios.

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