lunes, 5 de diciembre de 2011

El primer lunes de cada mes


Nunca había ocupado este espacio tan mío para hablar de mi papá, creo que hoy es momento de hacerlo y no porque esté de cumpleaños, pues lo está el 16 de abril, sino que este día ocurrió algo que me dolió como nunca antes me había pasado. Es momento de hacerlo letras.

La infancia junto a él fue entretenida, a pesar del miedo-respeto que le teníamos con mi hermano (un año mayor que yo), se encargó de llevarnos a cuanto viaje tenía que hacer, recorrimos Chile los seis arriba de una camioneta y yo con chupete en mano en los brazos de mi mamá. En casa siempre estaba leyendo el diario o haciendo asados, los días de semana casi no lo veía porque viajaba a lo largo del país y llegaba de madrugada, una rutina sin descanso ni feriados. Cuando fui creciendo nuestra relación cambió hasta el día de hoy, que agradezco a Dios el humor de los dos para poder construir nuestra relación bastante especia, que muy pocas personas pueden decir que tiene con su padre. Sé que es celoso, que me cuida en silencio, pero jamás me ha prohibido hacer algo, jamás me ha dicho "él no es para ti", más bien se las ha bancado sólo, en ese silencio mortal que lo caracteriza.

Si tuviera que decir algo de él, diría dos cosas: bondad y esfuerzo. Él siempre ha estado para quien lo ha necesitado, a pesar de sentirse traicionado y dolido, a pesar de que la vida le dio la espalda en la infancia, es capaz de dar la mano a quien lo requiera y la broma entre los labios y aquellos ojos brillosos cristalinos tan característico de nuestro Jhonn Travolta. Si bien estudió cinco años en la Chile, no le alcanzó para leyes y tuvo que conformarse con algo que no le gustó: la pedagogía, pero a penas puedo arrancar de eso, lo hizo, al morir mi abuelo (su padre) siguió su oficio de transportista para Endesa. Creo que eso lo hace feliz, no sé muy bien porqué, pues es una pega independiente, sin sueldo fijo, con preocupaciones y demases que no aseguran una familia con cuatro hijos, pero es exactamente eso lo que nos ha dado de comer, lo que nos ha educado y formado.

Hoy, primer lunes del mes como muchos otros, pagaban. La empresa ya había acumulado muchas facturas que debían pagarle, algunas desde hace tres meses, otras desde hace un mes, otras desde hace cinco. Y una vez más, se devolvió a casa sin un peso en el bolsillo y sin explicaciones, lo primero que pensé es: "¿qué mierda vamos a hacer un mes más sin sueldo?", además de variados improperios para esos señores tan distinguidos. Mi papá no es un hombre que trabaja en una oficina con aire acondicionado, que se vista de terno todos los días y que los primeros días del mes reciba un cheque con seis ceros sin mover un puto dedo: desde que lo conozco se ha descrestado por su trabajo, ha pasado noches enteras sin dormir pensando cómo mierda pagará el IVA o cómo pagará mi universidad, mientras hay unos cuantos estúpidos que se les olvidó mandar la nómina para que le pagaran. Hoy pasó eso, "hubieron problemas con la nómina, don Jorge, entre martes y miércoles estará la plata" - esa fue la respuesta al llamado que hizo mi papá, mientras mi mamá le repetía "ellos se aprovechan de ti, porque no reclamas, siempre han hecho lo mismo".

Me vine antes de la universidad porque anoche me acosté tarde y porque luego de la llamada de mi mamá diciéndome: "hija, no le pagaron nada a tu papá, ni un peso. Ya no le quedará colon", no podía seguir allá con una cara de cinco metros, pensando en cómo mierda pasaríamos Navidad, en que el jamás estaría tranquilo hasta recibir esas lucas que tanto necesitamos. En la micro, con los audífonos puesto se me caían las lágrimas de rabia, pensando con impotencia la vida de quienes están sentados en oficinas, quienes tienen asegurada la vida de sus hijos y esposas, quienes no tienen que rezar el domingo en la noche con los dedos cruzados para que el lunes esté la plata en el banco y sentir el alivio en la boca del estómago. Sólo me queda agradecerle a Dios el padre que me regaló y la familia que él mismo construyó, que aunque el trabajo canse, aunque existan muchos lunes en la mañana donde no haya un peso en la cuenta, no hay nada que aplaque el brillo de sus ojos marchitos.

Qué ingrata es la vida cuando se es un subalterno.
Qué ingrata es la vida cuando no tenemos asegurado ni el mañana.
Qué ingrata es la vida cuando no puedes gritarles en la cara esos señores: "¡viejos culiaos!"

Yo me quedo con el sabor dulce, con la bondad de mi papá.

2 comentarios:

AleMamá dijo...

Una historia que se repite cada tanto. También mi padre era parecido al tuyo en algunas cosas que destacas, y también pasamos épocas de incertidumbre económica y ellos con 6 hijos que sacar adelante.

No te desanimes, ya llegarán las lucas y si el retraso ha servido para este homenaje a un hombre bueno y abnegado trabajador y padre, no puedo menos de alegrarme de que sucediera por pocos días.

Bendita sea tu familia.

Un beso

Tamy dijo...

¡Uf, Mari! Qué horrible esa sensación y créeme que la comprendo. Mi papá también trabaja independiente (que a cómo estamos en Chile, aún cuando es arriesgado, viene a ser la única forma de que no te caguen 'tanto' a fin de mes), como es mecánico en máquinas de coser, al principio fue difícil. Nadie lo conocía, no tenía clientes y caminaba por todo Santiago buscando la forma de traer dinero a casa. Qué años más tristes... De sólo recordarlo me dan ganas de llorar. Pero él sigue ahí, al pie del cañón, al igual que tu padre, luchando por la familia que siempre ha sido lo más importante para ellos.
Aquí también el dinero escasea, pero al igual que en tu casa, el amor es inmenso. Pediré a Dios porque tu familia reciba lo que merece, no tanto como el cochino dinero, sino felicidad, bienestar y respeto. Es lo mínimo que personas como tu padre, esforzadas y honestas, deben recibir.

Un abrazo enorme, querida, espero que las cosas mejoren y que tus ojos y los de tu familia se iluminen esta navidad gracias al amor que los une ♥

Muchos besitos~


PD: Una mierda la subalternidad, nosotros estudiándola y vivimos de esa forma, siempre esperando, con el estómago apretado. No como otros, que regalan 1.500 millones como si nada. Pffff.

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