Me puse mi falda, disfrazando un poco mi timidez y vergüenza.
Mostré mis piernas sin ningún pudor, y caminé por las calles repasando esas líneas que tenía que llegar y escupir a ese hombre de ojos inquietos. A veces titubeaba, pensando que aquél encuentro no sería la mejor solución a nuestro gran problema: 'tu excesivo relajo y por mi lado, mi cuota de gravedad a las situaciones'.
Te recordaba caminando a mi lado, tomados de la mano, tomando un café con crema y aquellos días nublados que tanto amábamos, yo evitaba nombrar o prenunciar un '¿qué haremos con esto?' o 'conversemos', porque implicaba fruncir el ceño, y vomitar palabrotas al aire, que al final no nos ayudarían, sino más bien dificultarían todos nuestros intentos.
Seguí caminando, convencida que al verme, disfrazaría mis miedos y tendría una certeza dibujaba en mi rostro, para que por fin abrazáramos una misma idea. Llegué. Me sonreíste y tus ojos brillaban a lo lejos, tu abrazo me estremeció y pude descubrir aquél olor en ti, que me rememoró mil imágenes. Nos miramos fijamente y no había más que hacer. ¿Qué hacía yo ahí parada, disfrazando mis temores y mis miedos, mis fracasos y mis caídas, con una falda colorida y mis labios rojos? Endulzados por el amor y la calidez fundamentada en los años, pero más aún en aquella sonrisa que me siga haciendo vibrar, dejé de lado todos esos cuestionamientos, no sólo tuyos, sino mios también, y me deje llevar por esos recuerdos y ese presente que elegimos vivir, con dulce y más dulce.
1 comentario:
Aquí me encantaría tener la opción del facebook, para simplemente poner ME GUSTA, ya que en esas palabras de amor, del mas puro amor, no puedo ni tengo derecho a hacer comentario alguno.
Solo decirte que me hace feliz verte feliz.
Te quiero loca de falda colorida, y vestido rojo=)
Publicar un comentario