domingo, 18 de octubre de 2009

El ego le ganó a ese amor..

"Ella buscaba aferrarse a las últimas gotas de amor de aquél hombre, que la acompañaba hace un par de años. Lo conocía como la palma de su mano, había visto como crecía esa barriga, y como los conocimientos habían acabado con los espacios del amor. Ella lo esperaba sentada mirando a la deriva, como todos los días, lo leía en sus líneas cargadas de nostalgia, lo recordaba con aquella sonrisa iluminada, con esos abrazos tan inmaduros, y caían lágrimas todas esas tardes a solas con el cigarrillo, esperando que el humo le devuelva esa sensación, esa piel y esas huellas de amor. En cada una de sus ausencias, ella buscaba refugio en otros brazos, en esas carcajadas tan familiares, que se enrredaron con amor, que la confundieron con ese fervor contenido por otro hombre, pero estaba sola, ¿qué más quedaba? ¿seguir esperando que aquél amor frío se entiviara o vivir esa aventura sin límites? Esa mujer con aquella mochila de soledad, quiso hacer feliz y hacerse feliz por un instante, por un roce de pasión que el hombre de su vida no le daba. Con aquél remezón, el hombre de su vida, que vivía ahogado entre Marx y Heggel, recordó que había una mujer esperándolo a toda ahora en aquella ventana, y volvió a amarla, volvió a respirar de su vida, volvió a abrazarla con aquella inmadurez encantadora, la miró perplejo y la besó como nunca antes, le hizo el amor con toda la pasión de aquellos años.. y esa mujer, jamás jamás volvió a saber de aventuras y roces, sólo de la pasión y de los ojos vidriosos del aquél hombre inmaduro que le robó el corazón"


Fragmento.

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