sábado, 23 de marzo de 2013

Yo no elegí

Nunca había querido arrancar de acá.
Siempre me jactaba de lo hermoso que era estar.
Siempre deseaba volver a la matriz y recibir el amor de acá.
Este era mi espacio, mi fuerte, mi escuadrilla.
Estas eran mis paredes, mi historia y mis más putos recuerdos.
Mis lagrimas secas en estas sábanas tienen mi historia.
Jamás pensé que desearía arrancar de este mismo lugar.
Probablemente no existan personas preparadas para vivir la vida,
al menos yo no escogí vivir esto,
yo quiero vivir mi vida.
Esto me tocó:
ser la menor de cuatro hermanos, presenciar y escuchar cosas,
llorar desde chica por sentirme tan pequeña,
me tocó acompañar los últimos años de mis abuelos,
no conocer a la familia de mi papá porque no hay,
me tocó no conocer a mi tía Gabi en su plenitud,
me tocó aprender a jugar con hombres para no estar sola,
y defenderme a gritos, patadas y escupos.
Me tocó crecer viendo a mis hermanos portándose mal,
haciendo llorar a mi mamá y enfureciendo a mi papá.
Me tocó ver a mis hermanos crecer,
cagándola con mis papás y yéndose de la casa.
Me tocó verlos en el suelo de curados
y luego, jastántose de su inteligencia.
Me tocó presencia y oír tantas cosas.
Me tocó ser la hija de mamá
(no sé qué significa eso, pero me tocó),
y quedarme todos estos años aquí,
vivir la enfermedad de mi papá TODOS LOS DÍAS SIN PARAR.
Me tocó acompañar a mi mamá en eso,
con todo lo que eso significa: escuchar y callar.
 Me tocó recibir las críticas y burlas de todos por ser quién soy,
por llevar la vida que llevo,
porque todos quieren arreglar mi vida con sus palabras.
Me tocó escuchar cómo todos me retan por cómo soy,
porque muchas veces contesto mal,
pero ¿alguien vive aquí?, ¿en esta piel, con estos oídos?

Y por todo lo que me tocó quiero arrancar.
Agradeciendo que me quieran acompañar,
pero teniendo en cuenta que no quiero tener más paciencia,
no quiero tener que callarme las cosas porque no debo,
no quiero sentirme culpable por mis palabras,
no quiero esquivar miradas,
yo no elegí esto,
a mí no me preguntaron.
Lo gracioso es que después de todo lo que vivo
me preguntan si tengo pareja, si soy feliz.
Yo sólo sé que no elegí esto.

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