jueves, 21 de marzo de 2013

La Semana Santa encima.

No me gusta cuando la Semana Santa se viene encima sin darme cuenta.
Estas últimas horas he pensado qué hacer esos días,
dónde iré, en qué ocuparé esas horas
y no poque extrañe ocuparlas en actividades pastorales,
sino porque no tengo aquél espacio de recogimiento,
ese lugar no tiene buenos recuerdos,
ni mucho menos buenos rostros.
Sólo la presencia de Jesucristo y su madre.
¿Cómo ir si no me siento cómoda?
¿Dónde ir?
A veces pienso quedarme encerrada en estas cuatro paredes,
lamentarme la soledad y orar en silencio.
A veces pienso en buscar otro espacio para mí,
con caras desconocidas
y nuevos aires.
A veces pienso en multiplicarme por cero.

Desearía que la Amanda fuera más grande,
disfrazarme de coneja
y que participara de la Pascua de Resurrección por primera vez.

Quizás la opción sea encuenvarme.

1 comentario:

Romina dijo...

espero que tomes la decisión acertada
sea la que sea
te mando un abrazo

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