lunes, 1 de noviembre de 2010

Esperar sin saber hacerlo

"Amárrate los dedos y muérdete la lengua" frase que me he repetido toda la tarde


No me permito decaer, no puedo hacerlo, si hasta para lagrimear me limito.


Pocos saben de esto, los puedo contar con una mano, siguen desde lejos mis pasos y están atentas a mis caídas, a mis desfallecimientos y mis actos, sin pronunciar reproche alguno, sólo para contener cualquier percance.


No sé qué siento, tampoco sé cómo debería sentirse la gente cuando pasa por algo así. Cuando me lo preguntan intento ser muy sincera, pero reservada "estoy bien", porque en realidad lo estoy, pero al cerrar la puerta de mi pieza comienza el recordatorio de imágenes, de sabores, de olores, frases escritas en las murallas.


Esa sensación ya no me pertenece y sigue aquí. ¿Qué hacer? Si me repito que no tengo qué hacer, que no soy yo la responsable, pero me dicen que siempre hay algo por hacer como el título de este lugar y como la sabia frase de Ismael.


Quizás sea mejor que el tiempo haga lo suyo, limpie heridas y corazones.
La verdad es que no sé, es el tiempo del desconocimiento, del amor propio y de la espera sin esperar nada. (¡no sé esperar!)

2 comentarios:

NegraNativa dijo...

Ya aprenderás, no impacientes.
Acá estoy, ya lo sabes, te quiero!

AleMamá dijo...

Esperar es estar expuestos a situaciones, actos, etc que no dependen de nosotros. Es la inacción o la inutilidad de ellas lo que nos desespera, por eso es que cuando te aconsejamos paciencia estamos dándote el mejor consejo.

El tiempo es una pomadita que todo lo suaviza. Nada se saca con escarbar y sacar las costras.

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