domingo, 22 de junio de 2014

Contigo

Hacer apologías sin tener un rostro,
un nombre, una voz,
un cuerpo,
un sabor,
un olor,
un sentimiento
a quien dedicárselo,
no tienen sentido.
Desde pequeña reconocía su olor en cualquier parte,
sus pasos tenían un sonido particular,
era la más bonita del mundo
y a quien quería y necesitaba inmortal.
Hoy, las cosas han cambiado.
Sólo tengo más motivos para amarla,
admirarla, disfrutarla
y sentir que las cosas tienen más sentido con su presencia.

Desde su vida,
desde su experiencia 
y su maravilloso corazón,
hay tanto que entender y amar.
Hay tanto que comprender
y sólo seguir amando.
¿Qué más podemos hacer?
Sabemos que el panorama no va a mejorar,
y sus ojos lo expresan.
Pero estamos y estaremos siempre juntos,
intentando que la vida siga teniendo sentido,
que las horas y las frases repetidas
no se agolpen en las paredes.
Con ella, junto a ella,
en sus brazos,
a su lado,
con su olor:
todo tiene sentido.
Soy la pendeja más afortunada.


1 comentario:

Anónimo dijo...

"Soy el desesperado, la palabra sin ecos,
el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo".
"Cierra tus ojos profundos. Allí aletea la noche.
Ah desnuda tu cuerpo de estatua temerosa".

Somos