viernes, 15 de julio de 2011

Según ellos, según yo


Uno es lo que le dicen
Cuando uno se describe o hace la terapia de definir defectos o virtudes,
dice lo que los demás piensan de su carácter, de su cuerpo,
de sus gustos y de lo que le desagrada completamente.
Según mis padres y hermanos son un atado de mañas,
pesada, contestadora, enojona, garabatera, buena para el vino blanco,
buena para estudiar, perezosa, regodiona, fuerte, malas pulgas,
amante de la literatura, comunista, mateadora, amante de los animales,
buenísima para comer, seria y casera.
Según mis amigos soy buena persona, buena para el webeo,
la más loca, ordinaria y doble sentido, la bailarina estrella,
chasquillona, estudiosa casi nerd, admiradora de la trova y
la literatura latinoamericana, interesadísima en Argentina
y los 'argentinos', fuerte como una roca, confidente y
apañadora, amante de los helados y de la cerveza
helada en invierno, de los mates con criollita y de las
largas conversaciones nocturnas. Según ellos, el cine me enloquece,
al igual que la playa, la lluvia y la montaña; el frío me encanta,
cariñosa, afectiva y la más buena pa' dar abrazos.
¿Y según yo?
Según yo, soy la mujer más llorona del mundo,
la menor de cuatro hermanos que aún no ha podido crecer,
que aún no es respetada, aunque ya cargue 21 años en el cuerpo.
Insegura de lo que sé, insegura de lo que soy, insegura de mis afectos,
insegura de mis capacidades, pero jamás insegura de Dios.
Soy una creyente hasta lágrimas en las amistades sanadoras,
en las personas que aparecen y sanan todas las heridas con miradas,
abrazos y gestos. Soy, además, amante de los animales, de la trova,
el mate, la literatura y el amor de mamá. Creo que la familia,
mi familia tiene la capacidad de sanar todo el dolor,
soy una luchadora incansable contra mí,
contra los enojos, las molestias, mis estructuras y mis esquemas,
contra las lágrimas y el dolor.
Le temo mucho al dolor, a la oscuridad del alma
y a las lágrimas que no sanan, sino que sólo abundan,
le temo a la soledad que acecha, a mi pequeñez frente a los demás,
a no ser vista por nadie, ni amada por nadie.
He aprendido a amar el fútbol, me reprimo las emociones
y soy la mejor para morderme la lengua y guardarme todo,
protejo mi metro cuadrado a mi familia peor que una leona.
Soy friolenta aunque ame el frío y los helados,
soy pesada sólo porque le tengo miedo a los demás, a ser herida,
tengo un humor cruel y negro que solo pocos entienden.
Me encanta relacionarme con hombres y que sean mis aliados.
Soy yo, a pesar de todos mis temores y miedos,
con las lágrimas de dolor de hace dos semanas,
con amigos apañadores y otros no tanto,
con una madre espectacular y hermanos no amigos,
con amigos trasandinos
y con las ganas de irme a la mierda siempre,
con ganas de bailar cueca con alguien que se sepa mover,
sin expectativas pero con las esperanzas en Él.


I parte

2 comentarios:

AleMamá dijo...

O sea, eres bien normal, luchando por madurar y ser mejor y lo más importante tratando de conocerte, cosa que nunca terminaremos de hacer. tenemos una capacidad increíble para sorprendernos de nosotros mismos, porque somos capaces de todos los horrores y todos los herrores y también de las mayores hazañas y las cosas más nobles. Somos cuerpo y alma, de dulce y agraz, y así debemos soportarnos a nosotros mismos, pero con realismo, como haces tú.

Saludos llovidos hoy.

AleMamá dijo...

¡puse HERRORES! ¿viste? de todos los errores y también de una HORROGRAFÍA espantosa, pero eso fue un lapsus por la otra palabra.
Chao

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