viernes, 10 de septiembre de 2010

Amistades


Todos se llenan la boca hablando de aquellos clichés sobre la amistad, sobre los amigos partner, sobre aquellos que acompañan siempre, en las buenas y en las malas, esos amigos que sostienen y solidarizan, los amigos que se alegran con tus triunfos y lloran tus derrotas, sobre los mejores amigos, que jamás traicionan, que nunca abandonan. Esos amigos..

Lo quiera o no, me he encargado de llenar mi vida con amistades que no quiero, con amigos que recurren a mi sólo cuando su vida no tiene salida, cuando están ahogados en un vaso de agua, cuando no tienen espacio y necesitan que alguien los escuche y les arregle la vida. Y yo la gran culpable de que esto pase y siga pasando.

Yo me encargué de escucharlos a todos, sin escucharme, estuve ahí incansablemente, aunque por dentro pedía que alguien me preguntara "¿cómo has estado?" "quiero saber de tí".

Yo me encargué de mostrarme fuerte y casi superheroína, que podía arreglar sus vidas con un discurso estructurado y esperanzador.

Yo me encargué de crear mi vida feliz (que lo es) y mostrarle al mundo que con un poco de amor, mucha voluntad e ímpetu es posible todo.

Anhelo la reciprocidad que tiene la amistad, ese abrazo tan esperado cuando flaqueas y la debilidad se apodera de los días, esa llamada inesperada y esas palabras que te arreglan la vida sólo por unos minutos, pero que es el mejor remedio.

Es por eso que sólo puedo contar con muy pocos, sé con quiénes puedo correr destruida y me compondré con esa atmósfera y esa luz; sólo pocos me acompañan en los proyectos de la vida, animan mis sueños, y son las palabras que siempre quiero escuchar.

Quizás siga estando ahí incansablemente para esos "amigos", quizás siga intentando construir una amistad fructífera y espontánea, quizás en unos días más me olvidé de sus ausencias y perdone, quizás mañana todo cambie.

Por el momento agradezco esas pocas personas, que vienen a tomar once conmigo un viernes por la tarde, que salimos a caminar un domingo y a sacar fotos, que vemos una película para morir pero nos reanimamos con un helado de chocolate, que conversan con mi mamá y se burlan de mi, que cuestionan mis actitudes, pero que reaniman mis luchas.

¡Gracias, les amo!

2 comentarios:

NegraNativa dijo...

Siempre habrá quienes nos quieren de verdad o quienes simplemente necesitan de nosotros.
Yo tengo de las dos cosas, necesito mucho de ti pero espero poder estar cuando necesites y decaigas, cuando temas o cuando tengas rabia.
Yo te ai lor yu igual muchote, muchote, a pesar de la adversidad, de que no todos lo crean, es así y agradezco las onces, los almuerzo, tu familia y la posibilidad de conocer y querer a la Mayo.
Besos.

AleMamá dijo...

Qué bien describes los tipos de amistades que en general tenemos.

No es malo ser el paño de lágrimas de muchos; habla MUY bien de ti, el punto es lo que les dices para consolarlos, eres sanadora de esos males del alma, pero hay que hacerlo con la verdad, no sólo con lo que quieren oir, que ligerito suena hueco.

Yo también hago un poco ese papel, y salvo un par de casos francamente tóxicos para mi, lo considero un honor, y siempre consuelo en cristiano-católico, que es la fuerza que me mueve.

¿Amigos que correspondan en los que tu te apoyes? generalmente tenemos menos que los del otro tipo las personas como tu y yo. POr eso se dice que el que encuentra un amigo encuentra un tesoro, y la amistad, qué duda cabe, hay que cultivarla.

**
Eres chilena, ¿cierto? no lo dices, pero creo que te delató eso de la "once"

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