martes, 4 de junio de 2013

¡Uf!

Hace días que intentaba volver aquí.
Las múltiples responsabilidades me impiden el ocio,
la flojera y la "nada".
He vivido llena de preocupaciones,
cosas por cumplir,
sueño acumulado
y este dolor de cuello que cada día es peor.
No me quejo,
pero no me pidan tiempo,
porque no lo tengo.
Soy feliz ocupando la mente en otras cosas,
arrancando del miedo
y de encontrarme en el silencio,
aunque lo necesito mucho.
El último año de universidad se me ocurre trabajar,
no sé porqué las cosas no funcionaron antes,
sabrá Dios,
pero pucha que es rico saber que puedes
conseguir tus sueños a través del trabajo duro,
de los propios logros,
del cansancio.
Aunque tengo la emoción a flor de piel,
me den ganas de llorar por todo,
desde pensar en mi nueva/o sobrina/o,
hasta ver a un perrito en la calle.
Quiero llorar por mi cansancio,
por la distancia,
porque estoy en último año y nadie me avisó,
porque me encantaría aliviar las preocupaciones de mi mamá,
porque quiero romper mis miedos
y sanar mis heridas de años AHORA,
porque hay pocas certezas,
porque el tiempo no me alcanza
y necesito pensar en mí.

Sólo te agradezco a tí, Dios mío,
porque has sido tan bondadoso conmigo
y con mi familia.
Porque, aunque no te dejes ver, estás siempre.
Correré a tus brazos.

No hay comentarios:

Somos