jueves, 23 de agosto de 2012

Día negro



La certeza de que la tormenta llegará algún día me paraliza.
Días grises luego del calor de sus palabras.

Lloro porque mi papá se decidió a envejecer y lo hace con una rapidez que me asusta.
Lloro porque tengo las manos atadas.
Lloro porque mis palabras ya no son suficientes.
Lloro porque no soy capaz de vencer el orgullo.
Lloro porque un día él me dejó de hablar y yo lo dejé ir.
Lloro porque la Amanda crece a kilómetros de acá y yo, veo cómo pasa el tiempo.
Lloro porque estoy sola y me siento sola.
Lloro porque nunca quise crecer y aquí estoy.
Lloro porque hoy es un mal día.
Lloro porque no estoy feliz y no sé qué hacer.
Lloro porque quiero sonreír y no puedo.
Lloro porque no me siento bien y no sé qué chucha tengo.
Lloro porque no tengo ganas ni energías de vivir.
Lloro porque no tengo ganas de despertar.
Lloro porque tengo más rabia que nunca.
Lloro porque en algún momento dejé de ser importante.

2 comentarios:

Romina dijo...

Arriba!!
Siempre sale el sol
No importa cuántas nubes pretendan taparlo, no pueden con el sol
asi como la tristeza no tiene que poder con nosotros !!

CorazónCoraza dijo...

Linda, muchas gracias Romina! (:
A mis cortos o largos 22 años, he aprendido que las tormentas nos enseñan a vivir y a entender que el sol siempre sale para todos.

Un abrazo.

Somos