viernes, 13 de julio de 2012

Es hora de dejarse amar


Muchas veces no nos dejamos amar,
nuestro cuerpo, y nuestro corazón tienen memoria
y reaccionan de acuerdo a las heridas "de guerra"
No podemos hacernos los imbéciles,
cargamos una historia, una herencia difícil de negar,
nos cuesta aprender a vivir,
lidear con situaciones diarias, con la madurez, con los años.
Confieso que soy una ostra,
que con sólo veintidós años y lo poco o mucho que he vivido,
me han ayudado a ser selectiva,
a centrarme en lo importante y no en lo urgente,
a disfrutar de mis papás y de mis hermanos
y a dejar el corazón que sane,
sí: lo he tenido en espera.

Aún no entiendo el milagro de la vida en la Amanda,
sencillamente hay cosas inexplicables,
y me dejo maravillar,
me dejo cautivar
y lloro de amor como hace tiempo no lo hago.
Veo el vídeo una y otra vez
y la extraño.
Con su llegada vuelvo a sentir el amor quemándome la piel,
evidencio lo que significa amar,
y pienso: "¿cómo pude mendigar amor?"
Desde el lunes 09 de julio y nueves meses antes,
comenzó una nueva generación de amor,
una versión distinta de la vida en sus ojos,
en su nombre, en su piel suavecita,
en sus movimientos y en su llanto.

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