viernes, 18 de diciembre de 2015

Chau compañera.

Buscar el recuerdo más antiguo,
quizás el primer día que llegaste a mis brazos, 
y que no supe si hacerte dormir conmigo
o en el patio.
A lo largo de trece años,
crecí contigo.
Compartíamos el proceso de hacernos mujer,
de seleccionar a quienes nos acompañarían el resto de la vida,
quienes había que ladrar
y con quienes podíamos ser en plenitud.
Sin duda,
me enseñaste a amar sin condición,
a perdonar porque nos hace mejores personajes,
a abrazar siempre, sin importar la fecha,
a alegrarnos por salir a pasear juntas.
Perdonaste cada uno de mis errores,
mis faltas de compromiso 
y mi cansancio habitual.
Porque sí, amar es perdonar y crecer.
Gracias por venir a invadir mi vida
y enseñarme tanto,
por tener carácter 
y no dejarte acallar.
Gracias por acompañar la mitad de mi vida
y hacer de cada espacio un momento que recordar,
porque crecimos juntas.
Chau compañera,
nos veremos cuando Dios diga, 
para comer plátanos y ladrarle a Michello.
Te amo más allá de las estrellas.


2 comentarios:

NegraNativa dijo...

Ya partió la Lulú??
Baltazar la estará esperando
para correr con las orejas al viento
recordando lo felices que fueron

Te quiero!

Unknown dijo...

Sí, amiga.
Se fue el martes 15.
Nos recordarán y cuidarán con amor
desde cualquier parte del cielo.

Te quiero y abrazo, negra linda!

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