Cuando tenemos un plan para nuestra vida, un deseo ferviente, ilusiones casi realizadas.. nos olvidamos de que Cristo es quien ya nos trazón un plan, fue Él quien nos envío con una misión definida, y no podemos decidir nosotros qué hacer con nuestra vida.. es esto lo que me complica, lo que me cuesta asumir más que cualquier cosa. Pensar que hace unos días tenía una vida planeada por 5 años, sueños e ilusiones no sólo mías, sino de mi familia y de quienes me acompañan en este caminar, idealizaciones y metas ya trazadas, y de un segundo a otro todo eso se derrumba, se esfuman sueños y caen lágrimas, entra la desesperación y la angustia, vienen los retos y los malhumores, tomar decisiones en medio de desilusión y pesimismo, pero darse cuenta que al final de este camino, sólo hay un gestor, un mentor y un responsable, que es su misericordia la que embriaga los corazones y nos llena de alegria y esperanzas cuando pensamos que todo está perdido. Quizás me apresuré y no dejé mi vida en tus manos, sólo pensé apresudaramente y me dejé llevar por anhelos que hoy ya se esfumaron.

Comienza otra vida, otros proyectos y otro impulso y otros deseos, con ello, nuevos desafíos y más metas por cumplir. Con una sonrisa cargada de positivismo, me embarco en este plan, ya trazado por tí..

♪ Una flor.. Un corazón ..

Una porción de sol .. ♪